Situado en el Centro Ocupacional de Cristo Roto, en Gibraleón

Obras Cristianas inagura el ‘Poblado Tartésico’, un proyecto pionero de carácter cultural para la integración de personas con discapacidad intelectual

A destacar la presencia de diversas autoridades territoriales y locales en el acto, así como el numeroso público congregado

img_0253Esta mañana tenía lugar la inauguración oficial del Poblado Tartésico que la Asociación de Obras Cristianas de Gibraleón ha organizado en el Centro Ocupacional de Cristo Roto, situado en la localidad olontense.

El denominado ‘Poblado Tartésico’ consiste en un proyecto que quiere acercar a los niños jóvenes y a todos los demás segmentos de la población y colectivos sociales a las personas con discapacidad intelectual para compartir entre todos una experiencia lúdica, festiva y cultural desde el conocimiento de la primera gran civilización que existiera, ya en el siglo VIII antes de Cristo, en la provincia de Huelva: Tartessos.

En el acto inaugural, que se ha desarrollado en el salón de celebraciones ‘El Manantial’, se han congregado, además de un numeroso público, diversas autoridades territoriales y locales, entre las que se encontraba una nutrida representación de delegados territoriales de la Junta de Andalucía en nuestra provincia, además de la alcaldesa de Gibraleón, Lourdes Martín, el presidente de Obras Cristianas, padre Diego Suárez Mora, el presidente y la directora de Plena Inclusión Huelva, Matías Rodríguez y Susana Orta, respectivamente, y el profesor de la Universidad de Huelva, José María Cuenca.  Así, debemos destacar a la delegada territorial de Cultura y Turismo, Carmen Solana, al delegado territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Rafael López, al de Empleo, Manuel Ceada, y al de Agricultura y Desarrollo Rural, Pedro Pascual.

El primero en tomar la palabra fue el padre Diego Suárez Mora, presidente de Obras Cristianas, quien comentó que “el Poblado Tartésico es un proyecto cultural y de integración, buscando nuestra raíces integrando al discapacitado”. A juicio del padre Diego se trata de “un proyecto cósmico de acuerdo con Dios en el que humanos, animales y plantas se integran perfectamente, ayudando a sacar de nosotros la parte más bondadosa que tenemos, la ternura”. Finalizaba su intervención con palabras de agradecimiento hacia “todas las personas que han colaborado altruistamente a que el Poblado Tartésico sea hoy una realidad en marcha”.

A continuación fue Susana Orta, directora de Plena Inclusión Huelva, quien intervino en el acto inaugural, manifestando que “la Historia es una herramienta para la inclusión y la educación”, destacando “la importancia del proyecto como modelo de integración social para la persona con discapacidad intelectual”.

Por su parte, el profesor de la Onubense José María Cuenca comentó en su intervención la importancia de la cultura tartésica y su huella en Huelva, apostando “por la socialización del patrimonio, de manera que se haga efectivo el que sirva para algo”, pues según su criterio “la mejor manera de entender e integrar el patrimonio en la sociedad es participando de él”, siendo así “cuando toma verdadero sentido el mismo”. De igual manera insistió en los símbolos y la identidad cultural “como elementos claves para la educación”.

Carmen Solana, delegada territorial de Cultura, dijo que “el patrimonio está ahí para su disfrute por parte de los ciudadanos, no sólo para su contemplación”, concluyendo que “Tartesos es Huelva” y subrayandoque “el mayor peso a este proyecto que hoy presentamos aquí se lo da la integración”.

El delegado territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Rafael López, en su intervención inaugural vino a incidir en que “lo realmente importante que aquí se plantea con este Poblado Tartésico es que se trata de un proyecto integrador”, felicitando a la Asociación de Obras Cristianas por la iniciativa.

El siguiente en el uso de la palabra fue Matías Rodríguez, presidente de Plena Inclusión Huelva, quien comentó que “en proyectos como este apostamos porque las personas tengan un proyecto vital sean las que sean sus capacidades”, pidiendo que “todos los seres humanos deben y tienen que ser objeto de derecho en una sociedad justa y libre”.

Finalmente, el delegado territorial de Agricultura y Desarrollo Rural, Pedro Pascual, destacó en su intervención que “si alguien le dijera que hay una persona a la que se le ocurre levantar un Poblado Tartésico en Gibraleón estaría seguro, como así ha pasado en este caso, que esa persona era el padre Diego Suárez Mora”, comentario que hizo sonreír a todos los asistentes, pidiendo que “la llama de la solidaridad siga viva en nuestra sociedad y que Obras Cristianas continúe trabajando, como siempre ha hecho desde hace ya 40 años, en la integración de las personas con otras capacidades”.

Tras el acto de inauguración todos los asistentes se trasladaron al Poblado Tartésico para proceder al corte de la cinta inaugural, pasando a continuación a visitar las instalaciones de la mano de Olga Guerrero, arqueóloga y socia fundadora de Ánfora Grupo, que actúa en calidad de asesora histórica y documentalista en el proyecto, quien fue desgranando los contenidos históricos de cada una de las zonas -hábitat, ritos funerarios, cerámica, alimentación, metalurgia, agricultura, ganadería, etc-, causando una gran expectación y ganas en los asistentes. Un cuentacuentos ambientado en el periodo tartésico y una copa de vino español pusieron el broche de oro final a esta jornada inaugural.

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