Los alumnos del IES la Ribera de Almonte se acercaron a la cultura tartésica en la rivera del rio Odiel de Gibraleón.

En clara alusión al hábitat de la prehistoria tartésica, los modelos constructivos y su evolución basada en las influencias externas se relataba:

Las cabañas son compartimentadas, de adobe, zócalos de piedra, el suelo de tierra apisonada, en ocasiones de chinos y los techos de madera recubiertos de vegetación y barro” 

 Nos acordamos entonces, de las chozas del Rocío y del coto de Doñana en Almonte.  Que  a modo de cabañas tartésicas, mantienen los mismos elementos constructivos de hace tres mil años, basados en el tratamiento de  los juncos de las marismas y las piedras de pizarra del lugar.

En Almonte, aun existen familias especializadas que recolectan, secan y preparan en las lagunas de Doñana, fibras vegetales como juncos de bolitas, enea y bayunco.  Su destino será embellecer en esta ocasión, la construcción de las techumbres típicas y características de un entorno que mantienen su personal marca marismeña.